15 jun 2009

Primeiros encontros

08/09/08
Parte 2.

El aire cálido desnudó cuello y brazos. Abrió los poros y los penetró. Tomó toda la piel y la hizo suya para recorrer la espalda y adornarla con perlas de sudor que se deslizaban lujoriosas: una premonición den deseos desinteresados y consuelos para los solitarios.

Los ojos ávidos intentaban reconocer vetigios de un rostro impreso en una fotografía olvidada. Devoraban facciones, pómulos, cejas, dientes y sonrisas. Esperaban sin hallar coincidencia alguna con la imagen que habitaba la memoria.

Él se aproximó lento y desconfiado. Sus ojos recorrieron su cuerpo entero intuyendo que había encontrado a quien esperaba. Miradas de decepción se cruzaron. Reconocieron en el otro aquello que no esperaban, la imaginación se evaporó.

"Hi, is it you?" And it was. En silencio los pies fueron hasta el auto. Las palabras se hicieron insignificantes y el silencio (que dominaría su relación a partir de ese momento) amarró los labios. Sólo los ojos hacían preguntas que se responderían más tarde.

Afuera, el desierto rojo se retorcía bajo el sol. Un escenario no imaginado se abrió paso hasta llegar a las afueras de la ciudad. Con los pies ya en la tierra, pequeñas casas grises y amarillentas aparecían inertes.

El polvo tocaba toda superficie y la sofocaba hasta hacerse uno con ella. Los ojos turistas recordaban calles, edificios, árboles y señas; las fijaban en la memoria para usarlas como salvavidas algún día.

***

Hasta ahora, fue su voz lo que la sacó de la decepción. Profunda, pausada, rítmica, dueña de sí pero ausente. Su sonrisa también. Ingenua, pequeña, infante. De su garganta emergieron dos personas que pronto matarían la soledad.

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